Dejar tu visión para después también es una decisión
- Sugey Mantilla

- Aug 20
- 2 min read
El paso que sigues postergando es justo el que te da dirección y foco.
Asumiendo que seguiste mi invitación del articulo anterior, has hecho una pausa. No ha sido cómodo. Tal vez hasta fue confusa, incómoda o reveladora. Pero te escuchaste. Te reconociste. Y aunque aún no tengas claridad absoluta, sentiste ese “desajuste” difícil de nombrar —como si tu rol en tu negocio no termina de encajar con la mujer que realmente eres o quieres ser.
Y si vamos más a fondo… Se siente incoherente… ¿Pero incoherente con qué?
Aquí es donde este artículo te quiere llevar: Una vez que reconoces que algo no se siente alineado, el siguiente paso no es actuar por impulso ni crear una nueva estrategia.
Es mirar hacia dónde realmente quieres ir.
Para ajustar, primero necesitas saber con qué quieres estar alineada. Y para eso, conectar con tu visión personal de éxito no es un lujo: es el paso más valiente y más estratégico que puedes dar.
Muchas veces no lo hacemos porque estamos atrapadas en el automático. Vamos cumpliendo con todo, pedaleando fuerte… pero sin rumbo.
Y en el fondo, muy en el fondo, sabes que no se trata solo de hacer más. Se trata de hacer diferente.
Tu visión no es solo una frase bonita.
Es la brújula que te permite tomar decisiones, enfocar tu energía y dirigir tu negocio con intención.
Tu visión es eso que cuando lo tienes claro te ayuda a:
Enfocar tu tiempo y tu energía en lo que de verdad importa.
Decir no sin culpa.
Elegir desde la claridad y no desde el miedo.
Así que hoy, la invitación es simple pero poderosa: Date el permiso de conectar con la versión más expansiva de lo que sí quieres.
Incluye todo lo que para ti es importante: tu negocio, tus ingresos, tu vida personal, tus vínculos, tus clientes, tu energía.
Y sobre todo: piensa en quién necesitas convertirte para poder sostener esa visión.
Puedes tomarte este espacio como un ritual personal. Música, velas, té, papel y lápiz. Lo que te conecte más contigo.
Hazte estas preguntas:
Si bajaras un momento el ruido y pudieras escuchar con claridad lo que realmente deseas… ¿Qué te gustaría estar celebrando dentro de 3 a 5 años?
¿Cómo luce tu negocio en esa versión más alineada contigo?
¿Qué tipo de relaciones te rodean en ese momento? ¿Cómo es tu vínculo con tu equipo y con tus clientes?
¿Qué logros o transformaciones te hacen sonreír con orgullo al mirar hacia atrás?
¿Qué versión de ti misma hizo posible esta vida que hoy te emociona imaginar? Lo más importante es en quién te convertiste.
¿Qué parte de ti necesita más tu atención hoy para acercarte a eso que visualizaste?
Cuidado: cuando te dispongas a hacer este ejercicio, pueden aparecer resistencias.
Tal vez empiece el diálogo interno que dice “esto no tiene sentido”... o sientas miedo de admitir lo que realmente deseas. Todo eso es parte del proceso. No lo reprimas. Observa y sigue adelante.
¿Te animas a hacer el ejercicio?
Cuéntame en los comentarios qué descubriste… o qué emoción apareció sin esperarla.
Un abrazo, Sugey.






Comments