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¿Y tú? ¿Desde qué rol estás habitando hoy tu negocio?

A veces estamos tan ocupadas haciendo… que se nos olvida preguntarnos:

¿Cómo quiero vivir este rol en 3 a 5 años?


Hace poco le hice esta pregunta a una clienta. Su respuesta fue clara, honesta, sin rodeos:


“Bajarle al ritmo, no seguir en la misma rutina. Al menos que los negocios no dependan tanto de mí, este ritmo no es sostenible.”

Y ahí se abrió una conversación profunda. Una que quiero invitarte a tener contigo misma.


Porque muchas veces no es que no sepamos qué hacer. Es que seguimos ocupando roles que ya no nos corresponden. No porque estén mal… sino porque ya se nos quedaron pequeños.


Aunque lo intuimos, nos cuesta dar el paso.No porque no queramos. Sino porque ese nuevo lugar aún no tiene forma. Y lo desconocido… da miedo.


¿Sabías que una de las principales fugas de energía que alimentan la procrastinación es esa?El miedo a lo desconocido. (Lo sé bien, a mí también me acompañó mucho tiempo.) En el negocio... y también en decisiones personales. Pero eso lo dejamos para otro artículo 😉).


Y entonces aparece la gran pregunta:


¿Cómo se ve ese nuevo rol que sí te corresponde?

A mí me hubiese encantado tener una imagen clara de ese lugar desde el inicio. Me hubiese gustado visualizar cómo se ve el rol de la estratega, de la mujer que lidera desde un lugar más alineado con la vida que desea.


Pero ese rol no aparece de la noche a la mañana. No se trata de moverte de rol. Se trata de asumirlo.


Y asumirlo es una transición que incomoda. Porque para ocupar ese lugar primero tienes que verlo, darle forma, sentir que te pertenece y luego irse convirtiendo en esa persona que ocupa ese rol.


(Así que respira… pero hondo. Y suelta esa culpa por creer que no lo estás haciendo bien. Es una transición… Y lo que necesita de ti para comenzar a vivirse es valentía, atención hacia adentro y menos ruido externo).


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Y sí, a veces sentimos que no sabemos cómo asumirlo.


Ese es uno de los miedos más profundos (y muchas veces silenciosos) que cargamos en este camino: ¿Y si no sé hacer lo que me corresponde?


Y es que no se trata solo del negocio: Es tu vida.


Esto va más allá de funciones o tareas. Va de cómo quieres vivir.


Y si quieres una vida más alineada contigo, entonces te va a tocar asumir ese anhelo como propio. Tomar el protagonismo y salir del modo espectadora. Porque ese rol que te corresponde, el que sostiene la vida y el negocio que deseas es…no se delega.


Yo también he estado ahí.


También he vivido la incomodidad de transicionar de rol en mi camino de liderar negocios.

Y te confieso algo: no es solo subir un escalón. Es un proceso continuo, que si lo vivimos desde el propósito y el aprendizaje, nos revela claves para nuestra expansión.


En mi etapa actual, justamente estoy en uno de esos momentos de transición.

Cuando se despertó en mí la intención de acompañar a otros en este camino, lo hice por mucho tiempo a través de consultorías y proyectos estructurados. Pero luego, escuchando los deseos de mi corazón, elegí  moverme hacia otra forma: las mentorías.


Aunque parecen similares, son roles distintos, con dinámicas distintas. Y sí, la transición no está siendo cómoda. Pero es necesaria. Porque no se trata solo de hacer lo que sabía hacer… sino de lo que necesito asumir para vivir el negocio que quiero (y la vida que deseo).

Y esta nueva etapa hace parte de eso, de alinearme con mi visión.


Ahora te devuelvo la pregunta:


¿Cómo te gustaría vivir tu rol en 3 a 5 años? Y si ya sabes que el lugar en el que estás no te pertenece del todo… ¿Qué forma tiene el que sí?



Para ayudarte a visualizarlo, aquí te dejo un breve ejercicio:


¿Puedes conectar con esa versión de tu rol que te inspira? (Piensa en alguien que admires profundamente en su forma de liderar.) – ¿Qué es lo que más te gusta de esa persona? – ¿Qué resistencia ha superado? —¿Qué energía transmite?


💡 Recuerda: lo que identificas en otro que te encanta… es un recordatorio. De que eso que deseas existe. Y que tú también puedes crear las causas para atraerlo.

Y para cerrar, una pregunta que te puede acompañar por mucho tiempo:


¿En quién quiero convertirme en el proceso? – ¿Cómo se siente esta versión de mí misma a nivel físico, emocional y energético? – ¿Qué emociones cultiva?


Me encantaría saber qué encontraste en este ejercicio. Te leo en los comentarios.


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